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Alados precipicios
Tiempo sordo
La sombra es un poderoso ritual
Las bahías atrapan a la ausencia
Les encanta el grito del viento
El aroma clandestino de los orígenes.

Nunca estaré a la altura de los pájaros
La marea en este instante
Sigue destrozando la ecuación de mi memoria.

Cuántos puertos absurdos
Desencajados por la erosión.

Soy tan pequeña
Que la muerte
Que es verde
Se ríe de mí.

[b]Luna

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CIELO VERTICAL

 El tiempo pudre las hojas y comienza el cielo vertical las golondrinas se fueron  los insectos duermen Se encorvan los cuerpos en un silencio ancho el ángulo del sol se reduce día a día el viento silba en las ventanas una canción de ausencia quiero decir un sabor a nostalgia de los duraznos y las flores.

UNA VEZ AMÉ TANTO QUE CORRÍ HASTA EL RÍO.

Una vez amé tanto que corrí hasta el río Cuando llegué, pesada y desnuda, a la orilla, con caracoles como dientes y dedos de arena nadie me miró o tal vez lo hicieron las piedras, que son infinitas Después todo fue una confusión y el viento era tanto que se me enredó el pelo en esqueletos de pescados. en camalotes con yuyos y culebras tanto estaba amando que miré el horizonte con los pezones erguidos y los ojos nublados Pero el manso río marrón me disolvió los dedos y se llevó los caracoles.

PROTEGIDA POR LAS HOJAS QUE CAMBIAN DE COLOR