Dormir es soñarte. De manera recurrente, como si volvieras. Por eso me entrego, me animo a cultivar flores. Atrapada en la sensación del sueño y la rosa china, la del gajo de la abuela, la que respira.
"Necesito hacer bellas mis fantasías, mis visiones. De lo contrario no podre vivir. Tengo que transformar, tengo que hacer visiones iluminadas de mis miserias..." Pizarnik.