El tiempo pudre las hojas y comienza el cielo vertical las golondrinas se fueron los insectos duermen Se encorvan los cuerpos en un silencio ancho el ángulo del sol se reduce día a día el viento silba en las ventanas una canción de ausencia quiero decir un sabor a nostalgia de los duraznos y las flores.
Hago un agujero en mi espalda y extraigo el nudo del invierno ese que tiene el día de la infancia en que descubrí la muerte ya no quiero que viva en el centro de mi cuerpo El misterio es la vida y me anuncia pájaros y filos Un anzuelo tira de mis caderas para llegar al árbol más alto para ser cómplice de la noche en una rama que mueve el viento y no los pasos Mientras miro la sombra estirada de los cuerpos en la calle y me abrazo a la corteza violeta y tibia.