PAULA MARTINI

BOCA Se abre una boca oxidada Todo es adentro Engranajes se encarnan En su lengua Escupe marrón en río Marrón y ausencia El silencio se mete Es una máscara de ojos ciegos naranja Algo roto bajo el duraznero Ciertos ciruelos Tienen insistencia de álamo De verdes su alma De tantos Que no esta quieto el sentido Esculpe la mañana Entre el aliento de un verso y el vacío. Paula.

La gravedad del océano Espacio violeta sin alas. Cómo nombrar ese lugar donde cae la sombra temblando en las orillas del río en dentada noche Abrazarla a otra sombra la enloquecería, su condición bidimensional se alargaría hasta romperla Juega en el borde de mi infinito esa verdad desconocida Y me encuentra empapada Nombrándola. Paula.

“ De una mirada encendí mi cigarro Cada vez que abro los labios Inundo de nubes el vacío.” Vicente Huidobro. Una oleada de violines vino a posarse en mi hombro Rote la cabeza hacia el horizonte Donde las notas se callaban Allá nada Un ritual de figuras inmóviles Descoloridas, como la muerte Sin nombre, como la muerte Abrace al sol en el instante en que muere la sombra Para ahuyentar el capricho de la angustia Y detenerme un segundo en el umbral Que precede a su primer milímetro. Paula.

Se abre un ojo Tentando el espacio Muerde el silencio Con sus llagas de ausencia Abraza las sombras Sueña la tempestad Lo invade un sabor húmedo Verde oscuro Frota su lengua en el desierto Se traga su agua salada Llora la retina del mundo. Paulaluna

“Tanto he soñado contigo que pierdes tu realidad…” Robert Desnos. Me clavo vientres en los senos Me trago las astillas de la luna Agito en los sueños la pesadilla Con su sabor delirante Péndulo sin gravedad Agujero negro en expansión Sombra recta de mi cuerpo Guardo el misterio donde abro a puñaladas mi reflejo. Paula.

Alados precipicios Tiempo sordo La sombra es un poderoso ritual Las bahías atrapan a la ausencia Les encanta el grito del viento El aroma clandestino de los orígenes. Nunca estaré a la altura de los pájaros La marea en este instante Sigue destrozando la ecuación de mi memoria. Cuántos puertos absurdos Desencajados por la erosión. Soy tan pequeña Que la muerte Que es verde Se ríe de mí. [b]Luna