Encontré intacta entre los escombros del galpón la cajita de música de mi infancia. Le di cuerda y empezó a sonar, la abrí y mis prendedores brillaban, esos que se tienen como tesoros, una rana, un elefante, flores. Hablamos hace poco sobre su destino y ahora se me entrega sin temblar, desfigurada su esencia de objeto. Es mi infancia, suena en otro tiempo. Vino para cantarme, para que la siga escuchando.
"Necesito hacer bellas mis fantasías, mis visiones. De lo contrario no podre vivir. Tengo que transformar, tengo que hacer visiones iluminadas de mis miserias..." Pizarnik.